Rosita Fresita

julio 25, 2008

Odio a la gente que ve todo color de Rosa. Todo comenzó con la llegada de ella. Sólo vino a visitarnos por unos días y aprovechando la ocasión estuvimos volando los tres juntos. Ella; mi suegra es una señora encantadora. Siempre dulce, siempre agradecida con todo, viendo corazoncitos y manzanitas por doquier. No puedo quejarme, en realidad no tengo de que; es solo que mi espíritu necio se niega a verlo todo maravilloso, grandioso y fabuloso. ¿Será que en realidad soy demasiado pesimista como para participar de su felicidad? Todas las que tenemos o hemos tenido una suegra sabemos que la regla de oro es ser amables... barrer y limpiar los rincones de la casa antes de que ella llegue y con toda amabilidad se ofrezca a lavarte la cocina, arreglar tus repisas, meter mano en tu alacena y de paso como para no aburrirse planchar la ropa de su bebe. Horror ...y entonces empezará a explicarte que los pantalones se planchan al revés, que a su bebé le gusta la comida con vegetales semicocidos, que una mujer debe saber cuando poner límites a las horas de oficina para evitar que "ellos" se aburran, que quizá si fueras menos voluntariosa y le dieras la razón a "él", que si él se esfuerza tanto, que si salió incluso mejor que su padre... Y como sobrevive una mujer moderna que de cocinar, lavar, planchar y decirle que si (solo por seguirle la corriente) al galán no sabe nada....? Intento explicarle... incluso pago yo algunas cuentas para ayudar a su hijo y que vea que mis fortalezas están en otro lado además de lavar trastes, que soy una persona igual de pensante que su bebe, pero ella habla todo el tiempo y no está interesada en tener una platica, solo quiere hablar de lo maravilloso que es su hijo (yo estoy de acuerdo en algunas de esas cosas pero esto es demasiado). No veo el modo de desaparecer y sé que empiezo a ser grosera...pero no puedo evitarlo. Mi estado Zen se desvanece con el paso de los días. El punto empeora a la hora de hablar de religión. Yo, creyente consolidada pero a mí muy ortodoxa manera y ella en un punto ideológico de que el diablo es rojo y tiene cuernos, no encontramos como acomodarnos y de plano optamos por el silencio...Llegado este punto hasta extraño a mi madre y su cristal gris para ver la vida. La mejor parte está por venir... una noche cenando (yo echándome mi chela para relajarme) la escucho decir que ella y su hijo son iguales, que son totalmente compatibles, y que al igual que él cuando a ella alguien le agota la paciencia nunca jamás puede volver a confiar... y que odia la hipocresía... haberlo dicho antes me digo a mí misma y trato de saber si esta vez Rosita Fresita se está transformando en un ser humano y contrario a lo que esperaba el comentario me hace sentir mucho más cómoda ahora si somos solo dos mujeres hablando (amenaza o comentario, me da igual) y este es el terreno que conozco. ¿Será que la relación suegra-nuera es de suyo complicada? o ¿será que son nuestras diferencias culturales y religiosas la verdadera razón del abismo que nos separa? ¿serán solo celos?... no sé y la verdad no le doy más vueltas...solo agradezco a Dios que nuestra distancia también sea física y que en cosas de unos días ella vuelve a su casa y yo por fin vuelvo a la mía.
WICkED

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bienvenida seas, mordaz y nueva amiga! Debo decirte que tu artículo
me ha puesto en guardia, por aquello de ser suegra y aunque intento a toda costa no caer en lo establecido, soy una adoradora del mundo color rosa y lleno de corazoncitos, así que procuraré ser
más cauta de ahora en adelante!

Anónimo dijo...

HOla,
Bienvenida a las chicas, yo no soy una de las escritoras fijas pero son una de las lectoras fieles, te saludo con gusto y te digo que yo padezco una suegra que para que te cuento... hace parecer a la tuya como un pan de Dios...lo único que te puedo decir es que tengas paciencia, ponte atenta y no dejes que traspase tu espacio de pareja, puede lavarte los platos, arreglar las repisas, emitir sus críticas y opiniones con respecto a tu casa, a tus hijos (no mucho eh?,) pero no la dejes que opine, se meta, diga, sugiera u ordene en tu relación con su tesoro adorado, ahí si ponle un alto, sutil si quieres, pero ponselo, porque sino mi estimada, ya no te la quitaste de encima, te felicito por este exitoso arranque en la pagina.

Saludos Penélope, reina absoluta del castillo, no habia tenido oportunidad de saludarte, pero si de leerte, toma nota de la opinion que tenemos de las suegras, mi estimada reina madre, no vaya a ser que te falle el tacto, te mando un gran abrazo y un beso.
Con cariño tu amiga La Diva.

Anónimo dijo...

Ah, mi querida Diva! Ya se te extrañaba! Qué bueno saber que al menos eres lectora frecuente de nuestras cuitas! Creeme que por supuesto, desde el momento que sólo fuí madre de varones, me propuse romper con el esquema de suegra-bruja, no dudo tener mis detalles, pero al menos me esfuerzo
por no ser la "brujer" de mis hijos! Ni ando limpiando repisitas, ni acomodando nada, con el tiradero sin fin de mi Castillo tengo para dar y regalar! ¿Alguien gusta?