Mientras empieza el 2008

diciembre 26, 2007

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Felicidades!!!!

Chicas deseo que este año que va a iniciar tenga todo lo que deseamos. Que se sientan felices y orgullosas de quienes son. Que tengan la mira bien puesta en lo que quieren obtener. Que vivan vibrando por lo que sea que las apasione.
Gracias por compartir esta pagína con nosotras.

Sianna

Las chicas: Entre el amor y el buró de crédito

diciembre 17, 2007

En una de tantas reuniones familiares, escuché la historia de amor más extraña de mucho tiempo. Tengo un tío (Café que ya he dicho que si es café pero no es de ahí de donde sale el nombre). Este tío ha inundado a la familia con un desfile de novias bastante interesante. Y cada vez que llega alguna a su vida él nos cuenta como es que la encontró. Esta vez se voló la barda. La mujer en cuestión (bastante agradable y centrada) trabajaba ofreciendo tarjetas de crédito. Sí, tristemente pertenecía a esa terrible fracción del género humano que molestan los domingos a las 8 de la mañana para ofrecerte una cuerda con la cuál ahorcarte una vez más. Pero cuando ella hizo esta llamada no creo que supiera que en lugar de conseguir una pequeña comisión iba a conseguir un hombre. Lo llamó, él contestó (¿que más puedes hacer un domingo a esas horas?). Ella ofreció su producto, él se negó, ella explicó todas las razones por las que era una gran idea tener una tarjeta de crédito. El confesó lleno de verguenza: “Buró de crédito”, ella lo ignoró explicando que podía estar equivocado, que la mayoría de las personas en realidad no está en un cómodo cajón de tan famoso buró, sino que era el petate del muerto con lo que espantan a la gente para que pague. Él cedió. Dio sus datos. Ella pidió su teléfono celular (por aquello de que luego dejamos de contestar el de casa), él se negó rotundamente (ya era una putada tener que recibir estas llamadas en la casa ¿Quién en su sano juicio querría ser molestado en su celular?). Ella era insistente, él, tratando de quitársela de encima. Willió un poco: si él número fuera para ella, podría ser, pero para el banco ¡nel !. Ella utilizó su sensual voz para convencerlo de que a lo mejor y era para ella también. Mi tío, que ya llevaba un rato solterón, y que estaba por poner su recuadro en el anuncio clasificado bajo la sección de: “urge, urge”, pensó que la señora podría ser una opción interesante y dando el celular la invitó a salir. El resto de la historia sólo puedo imaginarlo, pero el resultado final fue: Ella perdió la comisión por que resultó que mi tío si estaba en el cajón, él no consiguió la tarjeta. Ella y él se ven felices juntos. Ella ya no trabaja en el banco, y él sólo la trabaja a ella. Y esperemos que esta vez sea “felices para siempre”.
Al terminar de escuchar tan romántica historia, no me queda más que pensar que ser abordados en el centro comercial o por teléfono por la raza infrahumana de los tarjeteros de crédito, puede ser una gran oportunidad, así que la próxima vez que alguien les ofrezca una (tarjeta), piensen muy bien antes de gritarles que se vayan al diablo por que ya estamos en el buró de crédito, porque Who knows? El amor de tu semana puede estar justo detrás de la solicitud de crédito.
Sianna

Muriendo

La muerte de alguien querido es una de las cosas más difíciles de asimilar. La mamá de mi mejor amiga está muy grave en el hospital. Hablo con ella y escucho su parte racional decirme que no pasa nada, que entiende que su madre tiene que irse ya, que si el cuerpo ya no da para más, para que seguir así. La escucho, pero debajo de toda esta racionalidad se esconde un profundo dolor, el sentido de pérdida. Vivimos en un mundo tan corporeo, que todavía no es difícil asimilar que la gente muera. El consuelo católico de que siempre estarán cuidandonos nos sirve para pura madre. ¿Cómo te convences que está bien que alguien se vaya, cuando a veces ni siquiera un viaje es aceptable?
Al colgar con mi amiga, no pude dejar de recordar todas las vivencias que hemos tenido juntas. Y la cantidad de veces que estuvimos con su madre, ya sea siendo regañadas o riéndonos de todo lo que ella era capaz de decirnos. Recorde una fiesta de hace muchos años en la que nos regañaba por seguir teniendo un himen que sólo estorbaba. Recordé la cantidad de veces que hablé con ella por teléfono porque estaba preocupada de que mi amiga no se asentaba.
Recordé todas las veces que mi amiga estuvo en mi casa por la soledad tan profunda en la que vivía.
Y recordé mi propia soledad. Mi falta de capacidad para lidear con la muerte de la gente que he amado. No creo haber vivido un dolor más profundo como la muerte de mi padre. Han pasado demasiados años y durante ese tiempo, mi dolor se ha ido revistiendo con diferentes nombres: indiferencia, negación, coraje, impotencia.
No ha habido un sólo momento importante en mi vida en el que haya dejado de desear que él estuviera conmigo. El día de mi boda, el nacimiento de mis hijos, mi separación. Me digo que él sabría que decirme, que podría darme ese consejo perfecto que haría que todos mis miedos desaparecieran. Y si no, por lo menos, sentiría que está junto a mi.
La muerte es algo que obsesiona a cuanta persona conozco. Mis abuelas, que son viejas, dicen que la muerte es algo natural y que no le tienen miedo. De hecho, en muchos momentos la desean profundamente. ¿Será que al llegar a ese punto de tu vida, cuando realmente has cumplido con tu parte, has disfrutado del mundo que creaste, la muerte puede parecerte algo natural? ¿O será que saben que ya se van y es mejor enfrentarla con valentía y no pensar en todo lo que se queda atrás? No lo sé.
A veces es más fácil enfrentar la muerte de la gente lejana, de la gente vieja, de aquellos que ya no nos hacen falta, pero enfrentar la pérdida de alguien que todavía te es necesario, es difícil. A lo mejor todo el punto es aprender a desprendernos, decir adiós, sentir que si se está acabando es porque ya no lo necesitas, y si pudieramos aplicar éste principio a todo lo que vivimos, los momentos y desmomentos serían gozables siempre.
¿Será mi momento de despedir a papá?
Espero que a así sea.


Hades

El exorcismo de la Loba

diciembre 12, 2007

Terminé una relación de forma tormentosa, el último misil cayó ayer por la tarde y su nube tóxica flota sobre mi computadora, después de huir a algún rincón de mi mente y pretender enterrarlo bajo el inconsciente colectivo, decidí hacer algo más retador. Escribirlo.Antes de comenzar es justo y precavido aclarar mi preferencia; soy bisexual, no hace mucho me asumí y previo a esto tuve una batalla interna plagada de prejuicios, miedos y moralinas, así que no tengo nada de que arrepentirme, porque avergonzarme o esconderme, esa parte ya la hice. Soy casada, lo cual no me exime de tener enamoramientos, aventuras, ligues, frees, fantasías, confidencias y hasta infidelidades oníricas muuuuy elaboradas.Dicho esto: Mi chavo y yo iniciamos la relación con una chica en el último trimestre del año pasado, era una chava tranquila, más bien del tipo intelectual, aunque atormentada por una depresión constante, en su momento fue un buen apoyo y fue solidaria y hasta tierna, -aunque esta parte siempre la sentí como una barrera para demostrar lo que realmente pensaba-, era como si se infantilizara para pasar desapercibida. Tuvimos un rompimiento y yo estuve dispuesta a hacerme a un lado, si es que ella y mi chavo deseaban continuar, mi chavo siempre sostuvo que si habíamos empezado los tres, pues los tres terminábamos. Ella armó un mega drama, nos hablaba constantemente y nosotros pues platicábamos un rato, y luego colgábamos con fastidio. Me dijo que estaba enamorada de mi chavo y que quería continuar su relación con él, a lo que respondí que adelante, pero que el no lo deseaba, así que… ni modo y gracias por participar. Las diferencias entre y ella y yo son muy grandes, ella es una mujer llena de rencores y de miedos, es alguien que se afianzó a la parte mas intelectual y racional de su persona y que hizo de los libros su defensa contra todo lo malo que pudiera imaginar en el mundo, evita confrontaciones pero sabe provocarlas demasiado bien, busca y espera de los demás constantemente atención, cariño, respeto, y si se puede devoción y obediencia mejor. También, es buena, solidaria, leal, cariñosa, es buena oreja, sabe consolar y hasta hace poco creí que sabía querer a otras personas sin esperar milagros.Cuando hablaba con ella era hablar con una sucursal de algún psicólogo o sociólogo (esta última su profesión) porque siempre empezaba sus alegatos con algo como: “Las relaciones humanas, son complicadas, los caracteres de cada individuo influyen de formas un tanto desfavorables en los conflictos que se presentan…” y así continuaba, yo que soy miss tormentas, que miento madres y reclamo de formas melodramáticas, que grito, gimoteo y reclamo atención de los cielos para ser escuchada. NO ENTENDÍA SU FORMA DE CONSOLAR. A veces lograba bajarse de su pedestal de sabiduría y me palmeaba la espalda, he de confesar que me sentía constantemente juzgada por ella, y supongo que ella experimentaba lo mismo. Tras el primer rompimiento nos enteramos por medio de los amigos que estaba verdaderamente mal, que hacia unos panchos tremendos vía telefónica y que nos extrañaba mucho. En alguna parte de mi cerebro y mi corazón no se me hizo justo que ella sufriera si no había hecho nada malo, más que ser tremendamente racional, así que le dije a mi chavo que regresáramos. Así lo hicimos, el la citó y tras avisar que yo llegaría un poco mas tarde –ella se tensó por ello- llegué platicamos un poco y le propuse al oído a mi chavo que le pidiéramos andar con ella pero de rodillas y haciendo mucho escándalo en medio de un VIPS. Hicimos la representación y regresamos. A mi pareja y a mi nos aplasto un vendaval llamado “crisis económica” la empresa que con muchos trabajos se levantó fue robada por uno de los socios, y quedamos en la calle y sin posibilidades de reclamar. Eso genero problemas de todo tipo, sicológicos, morales, económicos, comportamentales, domésticos, de relación. Un caos en nuestras vidas. A veces se lo comentábamos a veces no, -por las reacciones antes comentadas- el caso es que fuera mucho o fuera poco, después de un tiempo acabo diciéndonos que a ella le afectaban mucho nuestros problemas. “¿A ella?” Y que prefería que no le dijéramos nada. Así lo hicimos, la relación siguió pero la crisis duró por lo menos seis meses. Los ánimos costaron mucho para levantarlos yo a veces me sacaba de onda, cuando ellos andaban mucho rato solos, pero cuando volvíamos a estar los tres me alivianaba. Nunca tuvieron relaciones sexuales sin que yo estuviera, mi pareja jamás le dijo que la amaba y yo tampoco, lo más que llegábamos a decir era que sentíamos mucha ternura ella a nosotros y nosotros a ella. Ella fue acogida en mi casa, convivía con nuestros hijos, y nuestras amistades, unas sabían de nuestra relación otras no, era parte de nuestra rutina y nosotros de la de ella. Después de la tempestad el sol comenzó a salir para nosotros y ocurrió algo ajeno pero que acabó jodiendo mucho la relación. Compartimos amistades, una amiga en común y su pareja se pelearon con ella, y yo quede en medio. Yo quiero mucho mucho a esa persona en común, tenemos vivencias muy chidas juntas y conozco sus defectos los cuales padezco y acepto. Cada vez que hablábamos salía a relucir mi amiga, yo le decía que era muy pronto para saber que pasaría entre ellas, que no forzara las cosas y que dejara que el tiempo y la calma tomaran la decisión. Que no podía darle ni quitarle la razón a ninguna por que las dos defendían su punto con sangre y corazón, que quizá la mujer que sería dentro de unos meses lograría resolver o perdonar u olvidar lo que la mujer que era en ese momento no podía. Y procuraba decirle exactamente lo mismo a mi amiga. Para quedar en paz con ambas. En ese proceso estaba ella y después de veinte veces de lo mismo decidí comenzar a desviar la plática, porque ya se me hacía tortuoso repetir mi “speeach” a cada rato.Ella cayó- una vez mas en depresión- nosotros le hablábamos la íbamos a ver y estuvimos al pendiente cuanto pudimos pero ella era un monstruo de rencor y nosotros comenzábamos ¡al fin! un nuevo proyecto laboral, el cual todo un mes fue desgastante, exhaustivo y muy demandante en tiempo. Cuando terminé mi parte le llamé y le dije que estaba preocupada por ella, que esperaba que estuviera bien y que si no lo estaba pues que esa época durara poco, le agradecí su compañía y su apoyo , le dije que era importante para nosotros y que deseaba verla. A lo que ella respondió –Ya leíste mi mail?- …Cual mail?-Uno que les mandé hace poco, es que es muy importante que lo lean, por que he estado repensando mi posición en esta relación, y no me quiero pelear, es mejor que lo leas por que ahí digo exactamente como me siento y la decisión que tome- ¿¿¿¿????? “OK, yo lo leo luego, solo llamaba para decirte que te extrañamos y que quiero que sepas que eres muy especial y una persona muy linda, que deseo que estés bien. Que te quiero mucho y que si ahora no nos hemos visto es porque finalmente estamos saliendo del bache”…..silencio….-es que de verdad sería bueno , que leyeras el mail, porque ahí explico muy claramente lo que no puedo decir por teléfono, parte de eso es que me ha afectado mucho su problema, me siento muy agobiada, y creo que si nos vamos a ver pues que sea para salir a algún lado no para que me cuenten, bueno ya se que no me cuentan pero yo me percato de ello y me afecta mucho.- ¿¿¿Prefieres que te demos espacio un tiempo, o que quieres que hagamos???-¡¡¡Ya te vas a poner mal, yo no digo eso, solo que por favor leas mi mail!!!- Sí, si, yo lo leo sólo llamaba para saber como estabas y decirte que… bueno ya lo dije, yo leo el mail y luego te llamó un beso nena cuídate. OK. CLICK…..El mail era un compendió de …” ¿Sabes? también me doy cuenta que por cuarta ocasión me he vuelto a relacionar con una mujer como mi madre: una mujer apasionada y bondadosa, pero también depresiva, autoritaria, dominante y posesiva, atrapada en sus muchos conflictos internos y sin ganas ni posibilidades de moverse...la verdad, es que ya no quiero de eso en mi vida, no más”.El mail incluía otras flores más o menos por el estilo, acabe devastada y encabronada a la millonésima potencia. Respondí el dichoso mail, con toda la intención de no volver a saber de ella. Creo que lo más cabrón fue que después de que lo recibió estuvo llamando una y otra vez a mi chavo, ¿qué que me pasaba? ¿Qué porque me ponía mal? Ellos se vieron y le regresé todo lo que vi a la mano que fuera suyo, ella hizo un mega drama, que no sabía que le pasaba, que ella solo se estaba expresando y que no pensó que yo me fuera a ofender. Mi chavo le dijo que el también estaba encabronado y que ya no nos buscara.La chava se dedicó entonces a llamar, mandar mensajes a decirle no sé que tantas mamadas a todo el mundo que conocemos en común, y llegó un momento en que me fastidié. Le pedí a mi chavo que le diera aire de una buena vez, él me dijo, que si no contestar a sus más de 15 llamadas, mensajes y recaditos de los amigos no era suficientemente claro pues entonces no sabía que hacer. Otro recadito llegó por parte de una amiga y explotó la bomba, tomé el teléfono y le pedí que por favor, NO llamara, no escribiera, que respetara mi relación y se alejara. Ella respondió con otro fabuloso mail donde describía la maravillosa y casi eterna relación que tenía con mi pareja, que no era que quisiera molestarme pero que era tan grande lo que sentían el uno por el otro que irremediablemente acababan llamándose solo para escuchar su voz. Que su cariño trascendía las reglas y los problemas.Aaaaaagghhhhh¡¡¡¡¡¡¡¡¡ ¡¡¡¡¡¡Clauuuudiiooooooooo!!!!! Sí, sí, enloquecí de rabia, saque de la cama a mi pareja y le pedí una explicación del dichoso mail. El puso cara de ¿what? Y me aseguró - ¡¡¡está loca, no se que le pasa!!!¡¡¡Enloqueció!!! ¿¿¿De que habla??? ¡¡¡Si nunca le he dicho ni siquiera que la quiero mucho, ni nada!!! ¡¡¡¿¿¿¿No le crees verdad????¡¡¡¡ En serio ya perdió el piso, pinche vieja, esta loca, loca¡¡¡¡-Entonces llámale y dile lo que opinas, estoy harta de este jueguito, por lo visto no entiende que tú tampoco quieres verla, termina con esto ahora.Así fue llamamos, el le dijo que se pasaba de mamona con el mail, que de donde había sacado tanta pendejada, que nada que ver, y que lo único que seguía haciendo era lastimar con su rencor y su odio a cuanta persona le mandaba un mail, que se alejara y que no volviera a llamar, mandar mails ni nada, a la chingada¡¡¡ yo mientras gritoneaba que se alejara de mi familia, que se alejara y que no la quería volver a ver u oír o leer.Así termino la historia, su último mail sigue en mi compu ella acepta que no tiene nada con Claus y que se imagino cosas y al mismo tiempo dice que ahora sabe que tipo de personas somos porque no teníamos derecho de gritarle por teléfono que no nos quiere volver a ver y que no escribamos por que ella no lo leerá y bloqueara nuestras direcciones de mail, y que le devolvamos lo que queda de ella en casa.¡¡¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿¿QUÉ NO TENEMOS MI PAREJA Y YO DOS MESES ENTEROS CASI TRES DICIENDO ESO????!!!!!! En FIN. Esa es la historia me siento decepcionada, hastiada y escribir esta crónica de una mala relación me ayuda a sacar mi propio rencor y poder sacar definitivamente a Myriam de mi sistema.
LOBA DE CIUDAD

Las Chicas: Una que parece de Bolas pero que en realidad no lo es

En una de mis acaloradas discusiones con Mr. Bolas salió a relucir, la frase “Dejas mucho que desear”. Esto me puso a pensar. ¿Qué es lo que esta frase quiere decir? ¿Cuál es la implicación de dejar mucho que desear?
Entiendo que cuando la usamos nos referimos a que alguien no está cumpliendo con tus expectativas. Pero creo que vas más allá. ¿Cómo podemos cumplir las expectativas de alguien y no dejar de ser quienes somos? Si desde que nacemos somos lo que somos, por lo menos en esencia, y después vamos moldeándonos de acuerdo a la historia que construimos día a día. Si somos el resultado de una serie de decisiones, de respuestas ante lo que la vida nos presenta. ¿Cómo podemos ser distintos a lo que ya somos?
Generamos una gran cantidad de expectativas en la vida. Desde cosas simples como el sabor que vas a obtener al probar determinado alimento, hasta el color de ojos del hijo que tienes en el vientre.
Tener expectativas es un arma de dos filos. Por un lado te mueve a buscar aquello que quieres y puede ser un excelente motor de impulso, pero por el otro, es una fuente constante de frustraciones. Y finalmente todo se reduce a la tremenda necesidad que tenemos como seres de querer controlar todo lo que nos rodea. Nos creemos la historia de que si tenemos todo “bien amarrado” entonces nada nos tomará por sorpresa y por lo tanto, nada nos dolerá. Pero a veces, duele más encontrarte con lo que ya esperabas que obtener una deliciosa sorpresa. Si pudiera soltarme más, si tuviera una actitud más receptiva, si confiara más en que la vida es inteligente, tendría una expectativa general de bienestar, necesitaría controlar menos mi entorno y a mi gente, y creo que podría sentirme más satisfecha. Tendría menos miedo.
Tengo un hijo pequeño (de 6 y medio para que él no se ofenda por la pérdida de su medio año que tanto trabajo le ha costado) y es en él en quién pongo más expectativas que en nadie. Espero que sea fuerte y sepa defenderse. Espero que no viva los rechazos que yo viví de niña. Espero que sea inteligente (que lo es) y que la cosa de la escuela no se le complique. Espero que sea aceptado y amado por sus amigos.
Y en tanta espera olvido que él es un niño lleno de amor y ternura, que es suave en su sentir y fuerte en su perseverancia. Que es protector con su hermana (sí, también tengo una “torbellina”). Que sabe esperar. Que entiende que tengo que trabajar y pasar poco tiempo cerca de él. Que en las noches cuando llego a casa es quién me acompaña y me dice que me ama más que a nada en el mundo. Que me ayuda a cargar las bolsas de super y la mochila de torbellina. Que me pide que le ponga high school musical la cantidad de veces suficiente como para que yo me sepa la letra de todas las canciones. Que se mete a mi cama en las mañanas y me hace cariñitos. Que me ama sin condiciones y siempre es feliz de verme. Olvido que él es él y que es totalmente diferente a mí. Que tiene una historia y una esencia diferente de la mía, que le van a doler cosas distintas que a mí. Pero más que nada, olvido que él es perfecto, que tiene en sí mismo todo para ser feliz (y lo es), y que mi trabajo como su madre es acompañarlo en su caminar y amarlo incondicionalmente.
Así que una noche más me prometo respetarlo y recordarme que él es mi Artur y que su existencia en mi vida me ha llevado a superarme a mí misma y a descubrir que ser mujer es lo mejor del mundo sólo por la oportunidad de ser su mamá.
Y ruego con fuerza que no se me olvide y que cuando me pase el ataque de culpa de “mala mamá” no regrese a mis viejos hábitos.

Sianna

Mas Respuestas...

diciembre 10, 2007

Respondiendo a las quejas de por que nada más hay artículos de Sianna en la página. A veces, el tiempo y los trabajos de cada una nos complican subir a tiempo los artículos. El compromiso de nosotras es que cada lunes y jueves se hagan cambios para darle dinamismo a la página. Cuando a alguna se le atora, la otra entra al quite. Procuraremos que no suceda y que siempre tengan variedad de escritoras.
Por otro lado, para el contacto con nosotras, tienen que escribir a la siguiente dirección: elblogdelaschicas@gmail.com
Gracias por seguir entrando...
Taldira, Sianna y Loba

Respuestas...

Hemos recibido la petición de que los artículos anteriores se pudiera leer en la página. La verdad es que como somos nuevas en este mundo cibernético, no sabiamos como hacerlo. Hoy por fin descubrí la manera, asi que ahi están casi todos los articulos que hemos publicado... disfrutenlos.
Sianna

Las Chicas: En la raya

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Las Chicas: Entre el tiempo y el compromiso

Llevo días pensando. Parece que no hay un camino de comunicación claro entre los hombres y las mujeres. ¿Qué onda con el tiempo? Me he encontrado con que Mr. Bolas, así como varios (no se si a ustedes les han dicho tal cosa) piensa que necesita SU tiempo y SU espacio y por supuesto cualquiera que me conozca sabe que no tengo problemas con respetar el espacio de otros, pero cuando resulta que SU tiempo le da en la madre al tiempo (que es muy poco) que pasamos juntos, entonces el respeto se me acaba. Aparentemente los individuos que tienen pilín tienen incluido también un grado de yoyísmo que me asusta. Mr. Bolas quiere mi atención completa, saber a cada momento donde estoy, y por supuesto necesita que constantemente le refuerce cuanto lo amo. Quiere que vaya con sus amigos y sea la mujer más sexy, encantadora, e inteligente. Quiere que siempre esté lista para recibirlo y por supuesto, que siempre tenga la cama abierta para que el señor se sirva cuando quiere. Y as far as I know eso me parece bien, y las cosas funcionan armoniosamente hasta que… la atrevida y abusona de yours truly decide pedir algo… Y realmente no tengo perdón divino, como oso hablar de temas tan vulgares como: “me gustaría que saliéramos con mis amigos” o “no podrías ir por mí al camión”. Y esto es suficiente para que entremos en toda una discusión acalorada en la que yo soy tremendamente culpable por estar exigiendo demasiado, que no veo que él me da todo??? Que siempre que obtengo algo debo querer más??? Pues Claro cabrón. Quiero lo mismo que doy, quiero una entrega total como la que él tiene de mí, quiero un compromiso fuerte en la relación, quiero también ser la parte medular de su vida. ¿Qué les da valor para pretender no dar lo mismo que tienen? Pero entonces la cosa se complica. ¿Qué pasa si es real que están dando todo? ¿Qué pasa si el todo de ellos no es suficiente para nosotras? ¿Qué pasa si no importa cuantas pláticas, discusiones o pleitos locos tengamos, de todos modos no vamos a entendernos?
¿Qué pasa cuando lo mejor que ellos dan no es lo mejor que nosotras queremos si no el mínimo indispensable?
¿Estaremos siendo increíblemente idealistas? ¿O increíblemente tontas? ¿Vale la pena seguir tratando de comunicarnos con ellos o encontramos la manera de coexistir con el pilín y el egoísmo?
Empiezo a considerar que nuestras prioridades son distintas. Nosotras necesitamos de un profundo sentido de pertenencia, vivimos en el cuento de hadas k a todas nos contaron para irnos a dormir cuando éramos niñas. Y pasamos la vida buscando al príncipe azul, el que va a pelear todas las batallas por nosotras, el que vencerá al dragón, el que desafiará a la sociedad por defender nuestro amor, el que con sólo besarnos nos robará el aliento. Y siendo justa, Mr. Bolas se acerca en muchos momentos a este príncipe, pero a veces, lo beso y pasa lo opuesto al cuento, el príncipe se vuelve sapo y croa con toda la fuerza de su ronco pecho. Entonces quiero correr, alejarme lo más que pueda de él, hacerme una lobotomía y pretender que jamás sentí mi piel arder en sus brazos, que jamás me eleve a las alturas del placer una noche perdida en una cabaña. Que jamás olvide mi nombre y mi identidad al vaciarme en sus labios. Que no me dejé a mi misma de lado y olvidé donde terminaba yo y empezaba él. Que comprometí la parte más profunda de mi ser y que aún cuando croa esta parte estúpida de mi lo único que quiere es un día más cerca de él.
Así que respiro, lloro, y recuerdo que yo tampoco soy la princesa del cuento, y que por idiotez o por amor, mi espíritu está atado a Mr. Bolas y secretamente siento una profunda satisfacción de que así sea.
Sianna

Las Chicas: Sucumben

Ayer hablaba con mi gurú emocional, hermana energética o mejor amiga, y después de contarle con todo detalle (ya saben: “ me dijo”, “puso tal cara”, “sentí..”) como es que Mr. Bolas y yo nos habíamos reconciliado (por lo menos hasta la próxima vez, por que en palabras de Bolas: “somos turbulentos”), ella en toda su sabiduría me dijo :” Ahhhhhhh que fácil sucumbes” Para empezar, la introducción de semejante palabra dominguera a la conversación, ya era shockeante en sí misma, pero además, después de negarlo 3 veces (cual vil Pedro), me di cuenta de que era cierto. ¿Por qué caemos tan fácilmente?
Primero que nada, tengo que empezar por pensar que hay mucho de falsedad en las posturas que tomo cuando peleo con Mr. Bolas, no es que yo quiera mentirme, pero si que la emoción me lleva a pensar las cosas en términos radicales (pues me largo, pues esto no funciona), pero en el fondo sé que ni voy a largarme ni es que esté convencida de que no funciona. Sé que a veces no es funcional, pero también sé que hay una parte de mí que no deja la esperanza. También me doy cuenta, que mi manera de hablar de Mr. Bolas lo hace parecer el malo del cuento (y no es que no lo sea) cuando en realidad yo pongo mi parte (y muy bien puesta) para que los pleitos sean como son.
Anoche cuando me reuní con él, le comenté que Mi gurú había dicho lo de la sucumbida y él por supuesto se infartó. Las pincheschicas.com hacían su aparición una vez más, y alteraban la mente de su mujer (porque últimamente ha decidido que él es mi único dueño, a lo cual yo respondo que pensaba que mi única dueña era yo, sólo para obtener la réplica de ¿pues que te mandas sola?) entonces con toda seriedad me preguntó si yo creía que la gurú tenía razón. Y si la tiene, porque es real que no le toma mucho hacerme olvidar el mal rato que pasé, es cierto que cuando estoy con él y hay armonía, me parece que vivo en el estado perfecto de las cosas, es impresionante el embrujo que ejerce sobre mi estado de ánimo y como si no funciono con él, no funciono en ningún lado. Pero al mismo tiempo mi hermosa gurú reconoce que todas las chicas sucumbimos ante esta influencia por elección propia. Así que aún cuando aparentemente hemos cedido nuestra libertad a estos carajos, la realidad es que es aparente el dominio y el ownership de ellos, porque somos nosotras quienes elegimos a quien se lo damos, como se lo damos, cuando se los quitamos y más allá, sabemos perfectamente que estamos ganando al ceder.
La libertad tiene tantas caras como elecciones hacemos en la vida. Durante mucho tiempo creí que mi libertad era el derecho de hacer lo que mejor me pareciera, pero si esto fuera absoluto, entonces cuando trabajo, cuando soy mamá, cuando soy amiga, cuando soy hija, cuando soy pareja, dejaría de ser libre. Y la libertad está en la naturaleza del ser, y es motor de vida. Por lo tanto, hoy pienso que la libertad es la capacidad de adaptación que tenemos a los roles que jugamos en la vida, es la inteligencia que nos guía para sentirnos bien. Y la sabiduría para elegir como usamos la libertad es exclusivo de la experiencia de haberla cedido para recuperarla cada vez con más fuerza. O por lo menos así lo vivo yo.

Sianna

Cortando el listón

…Hay sentimientos, vivencias, ideas, traumas, desastres, corajes, berrinches, malentendidos, tragedias, traumas, alegrías, desencuentros, amores, besos, noches, días, lugares, olores, esencias, catarsis, escenas, rumores, costumbres, fotos, comida, vino, postales, recuerdos, anhelos, toxinas, cervezas, conciertos, abrazos, miradas, silencios, pensamientos, libros, series, conversaciones, depresiones, vidas, ausencias, lágrimas, risas, cigarros, café, mañanas, madrugadas, camas, estancias, filas, frases, filosofías, puntos de vista… historias, cuentos y tantas cosas más que necesitan ser compartidas.. que aquí estoy buscando este espacio para que desde aquí compartamos y nos permitamos ser y no ser… para que desde aquí nos acompañemos en este milagro llamado vida… para que desde cualquier lugar y con cualquier forma podamos simplemente... compartir.

Taldira

Las chicas: En el inicio..

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Un Caso perdido

diciembre 06, 2007

El amigo en cuestión era el típico soltero-con pareja, es decir, el clásico varón atractivo con pegue y hasta con fans (tiene su fama el chico), que tenía una chica total y completamente dedicada a él. Ella, una chica guapa, workoholica, creativa, muy inteligente, pero con una dosis extra de inseguridad. Él pasó por momentos difíciles una y otra vez, también workoholico, y ni uno ni el otro aflojaron el trabajo en aras de la relación. Les costaba trabajo hablar sin acabar pelando. Para él cada vez que aparecía una nueva (opción de cama), la tomaba, se la cogía por todos lados y luego le entraba la cruda moral por que sabía que su novia lo adoraba y le aguantaba sus depres, sus retiros económicos, y sus farras.
Para colmo de males, la novia tenía una lívido muy baja, así que mi amigo, andaba como lobo en busca de presa constantemente con las crudas de “después de”.
Finalmente se casan se van a vivir juntos y aunque no les falta nada, el sexo no mejora, la relación se desgasta y después de 5 años de novios, no duran ni uno de casados.
En el transcurso del último año, él conoce a una chica muy vivaz, dinámica, hija de familia, famosa, sexualmente muy activa, que tiene novio y dice estar enamorada de mi amigo. Él acepta que ella siga con el novio entendiendo que “es muy difícil cortarlo por teléfono” (él vive en Suecia) y también acepta que el fulano llegue de vacaciones y se quede en la casa de ella. Mi amigo se rinde de amor. La adora, dice serle fiel, le hace una mega fiesta de cumpleaños, se la lleva de viaje y hace planes para casarse con ella, le urge rentar un nuevo depa para tener un lugar que ofrecerle.
La chica, después de hablar con el novio de planta, descubre que lo que sea que tenía con mi cuate, sólo era un enamoramiento momentáneo y lo bota. El novio sueco que trajo anillo el compromiso, y que es completamente aceptado en su casa, regresa a sentar cabeza.
Resultado = Mi amigo se desbarata en llanto, le ruega, le pide, le exige, trata de conciliar, ofrece disculpas por errores que desconoce, llora de nuevo, no duerme , se deprime, después se encabrona y la ofende, para supuestamente poder cerrar el ciclo. Han pasado algunos meses de esta situación. Mi amigo es ahora un promiscuo de marca, se acuesta aquí y allá, lo cual por si mismo no es malo, cada quién su cola, lo triste es que afirma estar muy bien. Gasta mucho dinero. Va continuamente al gimnasio. Pregona que nosotras las mujeres estamos llenas de exigencias. Que finalmente descubrió que éste es el estado natural de su persona De esta manera, se evita crudas morales y nadie le rompe el corazón.
Yo lo observo y no puedo evitar que salga de mi ronco pecho un: “no mames Enrique. Si pudieras volver a sentirte como la tarde que llegaste a mi casa y me dijiste que estabas enamorado como nunca en tu vida, te volverías a tirar al vació sin paracaídas otras tres veces, no me inventes cosas”. Enrique se queda muy serio y baja la mirada, seguimos caminando rumbo a su casa.
Alguien explíqueme ¿qué chingados le pasó? ¿En verdad un hombre puede cerrar tanto su cerebro por un desengaño amoroso?, ¿Dónde quedó el sexo fuerte? ¿Y…. que chingados le pasa a la chavita que lo despecho? ¿Quién la regó?

A todos los que lo lean, dejen sus comentarios, creo que todavía puedo echar otro huesito en su maquinaria cerebral, para que deje de hacer pendejadas.

Una Loba preocupada

Las Chicas: Entre las mazmorras y el Castillo

Ayer tomaba café con un amigo que me preguntaba como iban las cosas en mi vida. Después de hacerle el consabido resumen, llegamos al tema de Mr. Bolas. Solté toda la información pertinente, los pasos que Bolas había dado, los cambios que se habían dado en la relación, el estado en que se encontraba la situación ahora, etc. Cuando terminé mi verborréica explicación, él me preguntó: “¿Y ahora que sigue?” Zaz. Madres. La pregunta me dejó patizamba, y debe haberse notado en mi cara, porque él con toda paciencia me explicó: “Te veo muy clavada, pero no muy segura. ¿Qué te detiene?” Creo haber dado ocho mil excusas, pero la única realidad era que no sabía que contestar. ES real que no estoy segura, tan real que he dado muchos pasos en pos de esta relación, sin embargo, el último jalón está en stand by. ¿Será que he dejado de ser idealista y romántica? ¿Será que hoy, finalmente, entiendo que amar no es lo único que construye una relación? ¿Será que el colmillo (que me da una que otra vuelta) me prende focos rojos para que tenga precaución? ¿Será que ésta vez estoy protegiéndome? ¿Será el sereno?

Esta situación merecía un cuidadoso análisis. Así que con algunas horas de meditación concluí que estoy esperando. Aja! Fantástico! Brillante! Pero ¿qué espero?

Espero sentir que a pesar de la turbulencia (ya he comentado que Mr. Bolas dice que somos turbulentos) va a funcionar y que no vamos a mandarnos derechito al carajo al primer pleito fuerte que tengamos.

Espero que el resuelva sus “27 pendientes” y pueda comprometerse al tipo de relación que yo quiero ahora para mí.

Espero que cada uno logremos controlar a la bestia interna (entiéndase celos, posesión, control, lucha de poder, temperamentos explosivos) y una vez que la encadenemos en la mazmorra, nos mudemos al castillo.

Espero que todas las piedras que han aparecido en el camino de la relación, vayan desapareciendo o, por lo menos, amontonándose a un lado del camino, para dejar pista libre.

Y espero, ahhhh vaya como lo espero, que lo que sentimos no se muera en el proceso de todo lo que espero.

Y al darme cuenta de todo lo que espero, concluyo respondiendo a la pregunta de inicio: ¿Será que he dejado de ser romántica e idealista? ¡La manga del muerto! Cuando más, ahora soy más vieja y precavida, pero práctica y realista, a lo mejor para el siguiente sexenio, y eso si mete con tiempo mi propuesta ante el Congreso de la Unión.
Sianna