¿Cómo debe decirse?"Ooooh! La Navidad llegó!" ò más bien... "La Navidad...llegó! Oooh!"Personalmente, es mi festividad favorita! Creo que paso todo el año esperándola y planeándolo todo, hasta el último detalle!La decoración, galletitas, el menú de la cena familiar, cartas a los que están lejos, abrazos a los que están cerca, y sin embargo, me encuentro con absurdas y patéticas formas que han desvirtuado una fecha tan maravillosa en donde dar y demostrar amor era su fin. Esta es una época realmente particular, porque el consumismo nos arrastra cual tornado. Hay un ataque masivo que nos invita a comprar, a consumir y a celebrar. Y con eso quiero decir las engullidas que damos en comilonas, postres y golosinas con toda clase de bebidas alcohólicas sin medida ni control, que además se utilizan como regalo!
Noche de Paz... ¿Dónde estás?
diciembre 29, 2008¿Cómo debe decirse?"Ooooh! La Navidad llegó!" ò más bien... "La Navidad...llegó! Oooh!"Personalmente, es mi festividad favorita! Creo que paso todo el año esperándola y planeándolo todo, hasta el último detalle!La decoración, galletitas, el menú de la cena familiar, cartas a los que están lejos, abrazos a los que están cerca, y sin embargo, me encuentro con absurdas y patéticas formas que han desvirtuado una fecha tan maravillosa en donde dar y demostrar amor era su fin. Esta es una época realmente particular, porque el consumismo nos arrastra cual tornado. Hay un ataque masivo que nos invita a comprar, a consumir y a celebrar. Y con eso quiero decir las engullidas que damos en comilonas, postres y golosinas con toda clase de bebidas alcohólicas sin medida ni control, que además se utilizan como regalo!
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Como son las despedidas?
diciembre 15, 2008Existen muchas formas de despedidas; las hay largas y tristes, cortas y sentidas, con un simple adios, una caída de ojos o un profundo abrazo; las hay incluso con una sonrisa y un hasta pronto, o con muchas lágrimas...las hay también fúnebres, solitarias y hasta imaginarias.
En un mundo en el que todo el mundo tiene prisa es difícil tomarse el tiempo para pensar en cuando nos estamos despidiendo de alguien o de algo... pero en realidad siempre lo estamos haciendo, queramos o no.
Qué difícil es pensar que quizá sea hoy el último día de alguien. Que duro es saber que siempre será el día final de alguien y que triste pensar cuantas despedidas se me han quedado en el aire...
Un día de Febrero mi hermano me llamó para avisarme de la muerte de mi tía... hacía más de un año que no la veía y ahora ella se despedía en la distancia dejandome un aplastante mar de cosas sin decir y mil abrazos sin dar...
Me enojé mucho conmigo. Me enojé mucho con el mundo y me dije que no me volvería a pasar, que no me volvería a quedar con las ganas de despedirme de nadie...costara lo que costara.
El 6 de Septiembre hubo otra llamada, esta vez anunciaba fríamente la muerte de mi padre... y otra maldita despedida quedó prendida en el aire... otra vez los abrazos que ya no pueden ser recibidos, las palabras, el último apretón de manos... y la maldita angustia del ya nunca.
Que puedo decir?... odio las despedidas, odio no tener el valor de lanzarme a buscarlas y dejar que lo inevitable me alcance.
Diciembre 2008... Estoy en el 3er round... necesito ir a despedirme de alguien y otra vez estoy paralizada por el miedo...pero no quiero quedarme con los abrazos y con las palabras... en realidad esta vez me conformaría con una última mirada...
Esta vez escribo para mi, para pedirme a mí misma fuerzas, valor, serenidad; para darme a mí misma la oportunidad de crecer y de amar, para ganarle al tiempo y pasar por encima de las despedidas no dichas...
En efecto...las despedidas son tristes, pero lo son más aquellas que nunca se realizan.
Taldira
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Los milagros de la navidad
No lo puedo creer!
En verdad que he quedado anonadada, harto sorprendida y …no se que más.
Estoy acostumbrada a que mis conocidas, algunas amigas y en general el género femenino no concuerde con mi manera de pensar con respecto a las relaciones de pareja.
Son muy pocas las que, igual que yo, consideran sino que el romance es un estado pasajero de demencia o que el enamoramiento se cura como un catarro, por lo menos que todo este rollo es una bonita utopía a la que la mayoría aspira pero casi nadie concreta, por lo menos en el largo plazo.
Pero imagínense mi shok, cuando fue un amigo el que de manera categórica me salió con: “lo que dices no es cierto, donde queda el corazón, que pasó con los sentimientos”, casi casi se abrió la tierra y me tragó enterita.
En fin, esta declaración, me ha puesto a pensar en el por que de mi total seguridad con respecto al fracaso inminente de cualquier relación.
Tengo muy claro que cada quien habla de la feria como le fue en ella y es por eso que mi actitud y manera de pensar denota que me ha ido de la chingada, pero quiero aclarar algo, así me ha ido a mi y no con eso creo que a toooodos les irá igual (esto es solo para no crear pesimismo), estoy convencida de que por más que se “cultive” una relación, como plantita con todo y sol, sombra, agua y nutrientes, en algún momento se la va a cargar el payaso y ya valió, por eso hay de dos: o vivir el momento con singular alegría y felicidad buscando se muy optimistas o de plano pasar al lado oscuro y abrazar el cinismo como filosofía de vida, yo opté por la segunda.
A pesar de todo esto y de que creo muy difícil que algo o alguien me hagan cambiar de opinión, es muy grato encontrar aún alguien que de verdad, sin pose, confía en que todo puede ser maravilloso, cree que la vida en pareja es algo muy lindo y que los sentimientos y el corazón son importantes.
Esta es una de las paradojas de mi existencia, como con todo mi grado de cinismo, me puede “conmover” dicha declaración, no lo sé, tal vez sea parte de uno de los milagros navideños.
Lo único que esta situación me confirma es que no estoy tan equivocada al escoger a mis amigos, que todos y cada uno son maravillosos, ricos y cuentan con una infinita capacidad para sorprenderme, que me enriquecen y alegran, que me enojan y provocan que busque reconciliarme con ellos, que son insustituibles, únicos y muy preciados.
Diablos!!!!!, si encontrara a alguien que fuera como todos mis amigos, seguro regresaría al buen camino, pugnaría por la monogamia y aseguraría que el amor y las relaciones amorosas no están destinadas al fracaso.
SAV
a la/s 11:21 a.m. 0 comentarios
ENTRE EL PRÍNCIPE AZUL, EL SAPO Y EL GATO CON BOTAS.
diciembre 08, 2008Aunque pudiese parecer cómico, en realidad convierte nuestra existencia en una especie de parodia de tanto en tanto: ridícula, en ocasiones dramática y en el peor de los casos obscena, ¡ja, ja, ja!, y pese a ello y a mi condición de varón no tengo más remedio que reír, a fin de cuentas nos gusta participar en la historia o cuento de nuestras parejas interpretando dichos papeles, conciente o inconcientemente (para ser justo, en el cuento que construimos con nuestras parejas).
Posiblemente no creas absolutamente un bledo de lo que he dicho; pero para muestra un botón: hace ya mucho tiempo platicando con mi hermano, me comentaba la hipótesis del “trueque”, a la que desde éste momento nombraré “el trueque macabro”, puesto que sus consecuencias son macabras. Según uno de los amigos de farra de mi hermano las relaciones de pareja están construidas sobre un trueque, un trueque que los participantes han aceptado, pero que no conocen, más sin embargo esta dictado por la naturaleza de los géneros. Bien, bien, no la haré más de emoción, el “trueque” consiste en lo siguiente: “mientras el hombre da romance, la mujer a cambio entrega sexo” y viceversa.
Naturalezas distintas, distintos intereses, ¡vaya!, no quiero decir que a las mujeres no les guste el sexo, ni que los hombres seamos como piedras, si no que mientras que para las mujeres (no todas, pero sí la mayoría) la necesidad sexual nace de una necesidad afectiva, para los hombres nace de una necesidad visual, en pocas palabras, nos comportamos como mujeres a la hora de comprar un vestido, me gusta… ¡lo compro!
Es decir, hay que jugar al PRÍNCIPE AZUL si es que queremos el premio mayor, mientras la princesa no escala al nivel de REINA, nosotros los hombres somos un dechado de virtudes (comprensivos, cariñosos, y prodigamos a nuestras parejas toda clase de atenciones, flores, llamadas que se extienden por horas y horas, tarjetas, dulces y chocolates (últimamente en declive por cuestiones dietéticas), salidas a comer o cenar o al cine, todas ellas encaminadas a solventar la necesidad romántica de nuestras parejas o en términos biológicos, al ritual de cortejarlas (pese que en este caso la analogía no aplica del todo, puesto que las mujeres no solo evalúan el potencial reproductivo o de protección; además tenemos que llenar su necesidad romántica o su deseo de protagonismo: requieren sentirse no solo únicas, sino la ÚNICA).
Posiblemente a muchos de ustedes les parezca esto ofensivo, sin embargo pese a todo es necesario reconocer que es la verdad; esta dictado por nuestra naturaleza, sí, es algo que traemos programado y de los cuales pocos de nosotros podemos sustraernos, aún y cuando seamos concientes del “trueque”, el cuál bien visto, parece el mayor de los engaños, y si lo asumimos concientemente (los hombres) es bochornoso e incluso hasta denigrante, quien querría engañar a otra persona con la cuál además existe un vínculo afectivo (positivo, AMOR) con el único fin de satisfacer su necesidades, además bastante pueril, la necesidad biológica de tener SEXO; así que bien visto a veces es mejor pretender que no es cierto o que cuando menos desconocemos su existencia.
Y es que como hombre (aún y cuando bastante racional y poco machista), me es casi imposible mantener un nivel de atenciones y cuidados para con mi pareja en la misma intensidad y nivel que cuando recién nos conocimos e iniciamos nuestra relación; en gran medida porque no esta en la naturaleza de los hombres volcarnos en nuestro lado afectivo y en cambio nos sentamos a nuestras anchas en nuestro lado racional en donde todo se sopesa en función de la utilidad o practicidad, y el romanceo termina por convertirse en una actividad desgastante, falta de encanto (ya tenemos el premio), y bastante demandante puesto que requiere de gran creatividad, no es fácil sorprender a nuestras parejas sino hay trucos nuevos, o si estos se repiten con demasiada frecuencia. Además hay que agregar, que la expectativa de nuestras parejas siempre resultan ser mayores que nuestros esfuerzos, llenar la necesidad romántica de nuestras parejas, es como intentar llenar un pozo sin fondo, al que además habría que considerar seriamente no alentar, puesto que convierte su necesidad de ser ÚNICA en verdadero hoyo negro, ¡ja, ja, ja¡.
Así que de la noche a la mañana y bajo el influjo de un beso (literalmente) el ordinario y de ordinario: SAPO, decide convertirse en el PRÍNCIPE AZUL, ¡ah!, el SAPO el ordinario SAPO, ese es el siguiente personaje que conviene visitar, ahí donde habita de común… sí en su charca…
DEMOS T. NESS
“El miedo anidó en mí y entre sus alas viví…”
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Fragmentos
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