Las Chicas: Y la chamba????

julio 14, 2008

En estos días en que el desempleo me ha alcanzado, y en el que me encuentro buscando a que voy a dedicar mi vida (de preferencia que contenga dinero la actividad), me he visto regresar a lo que fue mi antigua vida laboral. Por mil razones, resulta que allá necesitaban que alguien hiciera trámites de sep, y yo necesitaba ganarme una lana, por lo que he pasado mis mañanas metida de cabeza en la escuela. Descubro que me es tan fácil estar ahí, que es estar en mi hábitat, pero también recuerdo que me era muy fácil adaptarme al trabajo anterior, y que en casi todas las actividades laborales de mi vida, me siento parte de la empresa que emprendo. ¿Será que soy un camaleón que se adapta a cualquier tipo de trabajo? ¿O será que en realidad no tengo un perfil definido y eso me produce la falsa ilusión de que a cada lugar que llego es “casa” para mi?
Recuerdo que cuando me embarque en la aventura de la escuela, pasaba muchos momentos pensando que era fantástico haber encontrado un lugar dónde las habilidades que tenía servían para algo. Durante mucho tiempo había estado convencida de que yo era tan rara, que no pertenecía a la raza humana (y excuso decir que si en aquella época de adolescencia hubiera visto la serie de Héroes, seguro que firmaba con sangre que aquello era cierto). Así que estaba a gusto en casa. Me sorprendía la habilidad que tenía para llevar a mis chavos a un auto descubrimiento. Empezaba dinámicas que en realidad de momento no tenían un propósito claro, pero que al irse desenvolviendo, tomaban forma y podía tocar el punto exacto para que ellos sacaran lo que sea que los estaba moviendo. Tenía una gran habilidad para hacer divertida la parte académica, y además, tenía muchas mentes vírgenes a las cuales poderles sembrar las ideas que yo manejo y que a mi parecer, están un poco más sanas que otras. La pasión que siempre he tenido para defender lo que creo era contagiosa, así que yo estaba en mi elemento. Cuando salí de ahí, llegué a otra casa en la que mis habilidades también era aceptadas y valoradas. Yo creía que era porque mi jefe era tan raro como yo, y por eso éramos el pan y el hambre. Sin embargo, la realidad era que descubrí y desarrollé nuevas habilidades que ni siquiera sabía que tenía en mí. Me dio por la organización y dirección, por las ventas, por la política, por la solución de los conflictos y por la administración total del dinero de la empresa. Estaba sorprendida de encontrar todo esto en mí, y mientras estuve ahí, también pensé que había encontrado mi lugar en el mundo. Hace casi 2 meses que salí de ahí. La semana pasada, fui a buscar a una amiga de la familia que yo sabía que trabajaba con mujeres y para las mujeres. Quería un trabajo con ella. Cuando nos reunimos, ella me habló de todo lo que hacían en esa organización (que es tremendamente encaminada a la literatura y la escritura, al arte y a concursos de trabajos escritos por mujeres) Me dijo que su organización era mujeres que escriben para que otras mujeres lean. Al escucharla, crecía en mí un profundo sentido de identificación. Le hablé de las pinches chicas y como también éramos mujeres que escribíamos para otras mujeres (y para hombres que quieren entender ese misterio femenino). Ella me sonrió condescendientemente (claro, mi pagina no tiene el glamour de su organización). Cuando terminó de hablar le dije que yo quería trabajar para ella. Sorry, no había espacio para mí. Acababa de contratar gente y pues mejor suerte para la próxima vez. Salí de ahí y me descubrí pensando que en realidad ella no me conoce, porque si lo hiciera sabría que yo sería perfecta para su organización. Pensé la posibilidad de trabajar como voluntaria para que ella pudiera verme en acción y a la larga contratarme. Pero mi realidad implica que tengo que trabajar donde me paguen y no puedo ser voluntaria en nada. Después regresé a la escuela. Y a la semana los comentarios de las chavas que están cerca de mi y que me ven trabajar están relacionados con que soy muy buena para el rollo, que convenzo a los papás de que montessori es una buena opción, que soy muy política, que puedo resolver conflictos de manera eficiente.
Con todo esto, mi sentir es que soy todóloga, que tengo habilidades diversas, que me compro la camiseta de los lugares donde trabajo, y que no tengo la más absoluta idea de que quiero hacer con mi vida. Al parecer, me he ido dejando llevar como veleta para donde la vida me va poniendo, doy lo mejor de mí, y luego me adapto al siguiente cambio. Pero ahora, que no tengo una terrible presión de dinero, que me encuentro en el punto de poder elegir a que dedicarme, descubro que quiero dedicarme a ser escritora, que quiero que me paguen por hacerlo. Así que hoy por hoy, encaminaré todas las habilidades que la vida me ha dado la oportunidad de desarrollar, y venciendo el terrible miedo que me da mostrar mis “bebés” al mundo, voy a dar los pasos necesarios para hacer lo que creo que es natural en mí: escribir.

Sianna

1 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad, yo creo que esa señora,
no te contrató, precisamente... porque te conoce! De ser así, su...
organización contigo dentro, sería:
"Sianna, sus chicas y anexas!