Las chicas: El exceso de velocidad y la falta de precaución

septiembre 02, 2008


Esta mañana camino al trabajo escuchaba en la radio acerca de un accidente en la autopista que había resultado en la muerte de dos muchachos. El locutor, haciendo gala de toda la lógica que era capaz, comentaba que después de una profunda investigación se había concluido que el encontronazo se debía a: el exceso de velocidad y a la falta de precaución. Eso me llevo a pensar: ¿Qué no todos los accidentes (de vialidad, de relaciones, de malas decisiones) se deben siempre a estas mismas causas?
En las relaciones de pareja (que por el dia de hoy llamaremos accidentes humanos) todo se debe a lo mismo. Analizo mi relación con Mr. Bolas, y no encuentro un momento en el que no haya habido falta de precaución y exceso de velocidad. Lo que inició como “vamos a pasar un buen rato”, se fue convirtiendo en una serie de reglas, juegos, y derechos irreales de uno sobre el otro. Ha pasado tan poco tiempo, y en esta necesidad mía de ir a 140 km/h, hoy me encuentro discutiendo el “a donde vamos”. Con cero precaución de mi parte, me he expuesto a situaciones dolorosas (que creamos juntos), a situaciones límite, y hemos estirado la liga todo lo que hemos podido. Las víctimas de este accidente en particular han sido las emociones, la modificación constante de las ideas, la renuncia a las cosas que amamos en pos de una relación que no pinta para ser lo que ninguno de los dos queremos (por lo menos no de momento).
Después de la última plática con mi gurú emocional, mi rata trabajaba a velocidades vertiginosas. ¿Por qué quiero una relación de “compromiso” si es precisamente lo que he hecho toda mi vida? ¿Por qué no me parece fantástica una relación de “novios” que no tenga que estar parada en los planes al futuro? Finalmente yo ya tengo hijos (que por aquello del reloj biológico a veces nos da la prisa de querer casarnos), ya estuve casada, ya amé de mil maneras a diferentes personas en la vida, y todo esto me lleva a donde estoy parada ahora. ¿Qué tanto de lo que pido en la relación con Bolas es lo que quiero realmente y que tanto tiene que ver con que es la única manera en que he experimentado las relaciones y no puedo concebirlas diferente? ¿Cuánto hay de esta idea cultural de que las relaciones, el sexo y el amor, sólo se validan si existe un compromiso a futuro?
Escucho a Mr. Bolas decirme que por situaciones que ninguno de los dos comprendemos, nuestra relación no esta hecha para planear, que lo nuestro funciona en base al acomodar las cosas que se van presentando día a día, y que pretender armar un futuro es imposible. Lo escucho también, cuando dice que no importa cuantas cosas sucedan entre nosotros mientras exista este amor seguiremos funcionando. Y no dejo de preguntarme si tendrá razón.
La cosa es que in the end el exceso de velocidad y la falta de precaución mueven mi vida en tantos aspectos que me asusta. Así que esta mañana decidí ponerme el cinturón de seguridad, comprar el reglamento de tránsito, y viajar por la autopista en el carril de baja velocidad, por lo menos hasta que aprenda a manejar en otros carriles sin romperme la madre. Y si no lo logro… que vengan las multas. Y ya iré pagándolas una a una.

Sianna

1 comentarios:

LobadeCiudad dijo...

hanQuerida amiga, justo ayer repasaba la idea que tengo actualmente de ser pareja, me encontré un tanto perdida y con todos mis absolutos e inamovibles, en el piso del cuarto. ¡Que difícil es amar, después de amar igual, durante mucho mucho tiempo! Las costumbres , las manías los supuestos y dados por hecho se quedan mirándote desde tu espejo, esperando que les abras la puerta.
Respecto a tu relación con Bolas. creo que , han llegado a un punto vital. Decidir si la relación así como está los llena. Si pensar en cambios o en decisiones futuras les estorba. Vivan al día, vivan sin presión, sin expectativas,vivan francos y entregados, vivan conscientes de que su vida les pertenece, y que no necesitan pertenecer a nadie mas, vivan enamorados, cachondos, locos y desbocados. Pero sobre todo amiga querida, vive amándote profundamente, ama tus decisiones y tus errores, ama tu vida y el amor que hay en ella, vive agradecida con tu intuición que hasta el momento no te ha fallado.
Un aullido
Loba