Las chicas: Un Viaje al otro mundo

marzo 07, 2008

Anoche fui a un evento del mundo que dejé para estár en el que vivo ahora. Era una celebración por un gran logro de la gente de ahí. Veía sus caras sonrientes y la satisfacción que los embargaba. Se hizo una remembranza de la historia de ese lugar. Al escuchar el relato, mis ojos se llenaban de lágrimas. Recordaba todos y cada uno de los momentos de esa historia. Las horas que pasamos muchos de los ahí reunidos trabajando por lograr el objetivo en común. Y ésta era la primera vez en que yo ya no era parte del grupo. Esta vez, no era mi triunfo. Me sentía desgranada de lo que en otro tiempo fue mi vida entera. Me repetía una y mil veces que estaba bien, que mi vida es satisfactoria y que tengo ahora logros personales lejanos a éstos. Que ahora pertenezco a otra familia laboral que me ama y me valora. Pero aún así, mi sensación de estar viviendo en un barco que se aleja continuamente con rumbo desconocido, no se iba de dentro de mí.
Cuando el evento dio paso a la parte social, hubo tanta gente que se acercó a mí para felicitarme por tan ansiado logro. Yo sonreía, aclaraba que yo ya no era parte de eso, y bromeaba con todos escondiendo tras la risa mi profunda tristeza (ésta es una técnica que he aprendido de Mr. Bolas).
Observaba a los integrantes de mi antigua familia y me sentía profundamente sola. Por que en este nuevo mundo, parece que no hay cabida para nadie de ellos. Y aún cuando hablo con ellos y les cuento todas las cosas que pasan aquí, no hay nadie que lo comparta conmigo. Deseaba con toda mi alma que Mr. Bolas hubiera estado presente, para aferrarme a él y sentir que valía la pena cortar el cordón umbilical, pero él tampoco pertenece a ese grupo, ni a ese mundo.
Al final de la velada, salí de ahí con las cuatro mujeres de mi familia (la sanguínea) y fuimos al café. Retomamos los viejos hábitos. Repasamos a todos los miembros de la casa, analizamos como estaba cada uno y opinamos todo lo que se podía hacer para mejorar el estado de sus vidas. Después nos despedimos. Llegué a mi casa. Me pare en la entrada. Ví todo lo que había creado para mí. Fui al cuarto de los niños y los besé. Me desmaquille y me metía a la cama, y justamente antes de dormir, Mr. Bolas llamó, no estaba en su mejor momento, no era lindo ni cariñoso (estaba un poco enfermo y de mal humor), pero el simple hecho de escucharlo, de saber que estámos bien, logró ahuyentar la tristeza y el sentido de no pertenecer a ningún lugar. Hoy nos pertenecemos y eso vale la pena.

Sianna

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ay, querida niña!
¿Cómo algo puede ser dulce y amargo
a la vez? ¿Cómo llegaste a entrenarte tanto en el arte del disimulo? ¿Qué más cosas tienes que
dejar por seguir a Mr.Bolas? Ojalá
valga la pena el precio, pero de alguna manera extraña, siento
una clase de alivio, al saber que la tripulación de tu antigüo barco
se reserva el derecho de admisión
al no llevar contigo al que hoy es
tu pareja sentimental, por no ser
aceptado; me apena reconocer que creo
pertenecer a ellos en esa creencia;
por más ganas que tenga de ir a verte, a tí y a tu gente...me siento incapaz, aún, de verlo a la
cara y saludarlo como si nada...Le
faltan méritos a mi juicio, que se
siga esforzando, porque para los que te queremos, nos resulta difícil pasarnos al otro navío...

Anónimo dijo...

heelloooooooo?!?!
mi querida sianna ese fue el mundo que tu escogiste no entiendo siempre te ha gustado tener parte de 2 mundos creo que estamos aprendiendo que eso no se puede no critico el que sigas mr bolas pero consejo aprende a seguirte a ti para poder seguir a alguien mas realmente te veias asi esos eran tus sueños yo creo que no pero sigue adelante hay gente que estara ahi ya sea para aplaudirte o consolarte
atentamente
royal biker007

LobadeCiudad dijo...

Querida Sianna: ¿Qué te puedo decir? elegiste salir adelante, elegiste no seguir atada a una pareja que no te llenaba, que no era un buen proveedor, que continuaba su vida sin espectativas realistas. Yo pregunto aquí y ahora ¿Tu actual pareja llena estos requisitos o es aún mas imperfecto? Lo que nos narras continuamente sobre Bolas nos duele porque no te leemos plena, no te leemos satisfecha con la relación. Lo que sí, entera, aferrada a sacar adelante a los crios a labrarte un nuevo hogar, un renovado camino y atracar en nuevos puertos . Ahí si , te apoyo y admiro ¡¡lo has logrado!!! vives de tí y para tí y tus nenes.
Felicidades y que los logros que alcanzó el navío del ayer, se deben en gran parte al enoooorme esfuerzo de tu persona .
Un beso Loba