Las chicas: Pagando el Karma

El viernes por la noche, y previo a mi cumple, tuve una llamada de una de mis grandes amigas. Quería saber que íbamos a hacer el sábado para celebrar. Las cosas en la vida de Mr. Bolas habían estado muy complicadas (en su casa, no conmigo), por lo que para mi no había sido fácil tocar el tema con él. Le pedí a mi amiga que me diera chance esa noche de hablar con él para ver que tenía pensado. Mi amiga se ofendió. Decidió que no era posible que tuviéramos que pedirle permiso a Mr. Bolas para todo. Yo me enojé muchísimo. Ella dijo que pensaban hacerme una fiesta sorpresa pero que como yo estaba tan pesada, pues no me hacían nada. Y colgamos. Pero en cuanto colgamos, mi mente empezó a dar de vueltas. “Una fiesta sorpresa” Y alguno de ellos se había tomado la molestia de agarrar el teléfono e incluir a Mr. Bolas en tal celebración??? Así que le volví a marcar y se lo pregunté. Ella contestó que claro que no, que Mr. Bolas nunca ha querido acercarse a ellos, así que ellos tampoco querían acercarse a él. Yo le agradecí sus buenas intenciones, y le dije que no quería ninguna celebración en la que él no estuviera incluido. Y colgamos. Llegué a donde iba a ver a Bolas. No pensaba contarle nada. Pero él, como siempre, percibió que algo no andaba bien, así que terminé contándole muy por encima las cosas. Él se lo tomó con calma y dijo que no pusiera atención a esas cosas. Más tarde esa noche me puse a pensar. Siempre me he considerado una buena amiga, creo haber apoyado a cuanta gente se acerca a mí, y por más estúpida que sea la decisión que mi gente toma, siempre las escucho y apoyo. Y así seguí un buen rato, pensando en lo injusta de la posición de mi gente con respecto a Mr. Bolas, hasta que zaz!!! Recordé a una de mis mejores amigas y su elección de pareja. Nunca me gustó. Siempre pensé que ella estaba cometiendo un error. Me opuse todo lo que pude, y al final ella siguió con él (obviamente). Si esa amistad no se rompió fue porque la pareja de mi amiga y mi amiga fueron extremadamente tolerantes conmigo. Así que esto no es más que karma. “Lo que haces lunes lo pagas martes”, y yo estoy viviendo la misma oposición que yo generé en alguna época. Me la aprendo. No vuelvo a criticar a nadie. Nunca sabes lo que pasa en el interior de las personas, por lo tanto tu opinión no es objetiva. La amistada se trata de dar apoyo incondicional, y claro que puedes decir que no te parece, y claro que puedes pensar que tal persona está cometiendo una pendejada mayúscula, pero al final, todos tenemos derecho a hacer cuanta pendejada queramos y a los demás, nos toca observar y poner lo mejor de nuestra parte para acompañar a quien sea que esté a nuestro lado.
Pido disculpas públicas a esta amiga y a su marido. No importa que tan buenas razones tengas, nadie tiene derecho a hacer a un lado y condicionar la amistad. Estás o no estás.

Sianna.