Las Chicas: El Derecho de petición

abril 18, 2008

El otro día platicaba con un amigo de mi mamá. Él se caracteriza por ser un hombre francamente fuera de lo común. Tiene una visión de la vida que te puede dejar patizamba, y una gran profundidad en su manera de pensar. Ha conocido muchas cosas, pero si algo domina perfectamente es todo lo referente al tejemaneje del gobierno. El caso es que hablábamos de que quiero comprar una casa para mis niños y para mí. Esto es algo maravilloso en mí, porque es la primera vez en mi vida que siento una abundancia tan grande y una seguridad tan real que puedo darme el lujo de pensar en un compromiso tan grande como comprar una casa. Por supuesto, en mi trabajo no tengo comprobantes de ingresos y tampoco tengo mucha lana guardada como para dar un enganche, pero aún así, en mi mente no hay duda de que éste año quiero comprar una casa. Además quiero la casa de mis sueños, en un fraccionamiento en la recta, dónde haya niños con los que mis hijos puedan jugar. Que tenga 3 recámaras, cuarto de servicio, sala comedor, jardín etc. (Yo digo que si vas a soñar sueños en grande). El asunto fue que después de platicar todo este sueño marihuana, el amigo de mi mamá me dijo “Escríbele al Presidente y pídeselo” Shock!!!!!!!!!! Yo sabía que existía el derecho de petición, pero nunca pensé que sirviera para éste tipo de cosas. Me dijo que entrara a la página de la presidencia y le escribiera a mi compadre Calderón y le dijera lo que quiero. Lo pensé por muchos días, porque eso me suena tan gringo (si, como vivir en un país dónde el gobierno te apoya y no te fastidia), y finalmente hoy me decidí a hacerlo. Mandé mi petición y ahora estoy en espera de ver en que clase de gobierno vivo, y de probar la fuerza mental que soy capaz de generar.
Creo que al escribir al Presidente, lo que realmente hice fue mandar una petición concreta al universo. Quiero una casa!!!! Y mi trabajo es desear. La película del secreto dice: “Don´t second guess the Universe”, así que eso hago. Cómo llegue mi casa no es mi dilema, como eliminaré los obstáculos aparentes tampoco lo es. Así que hoy quiero algo más sencillo que la paz mundial, o el entenderme, o que los caminos se acomoden. Hoy sólo quiero la casa de mis sueños.

Sianna


1 comentarios:

Anónimo dijo...

Me uno a tu decreto! La casa de tus sueños, llegará...pero, para que sea completa, necesitas un cuarto de huéspedes! Y, urgente!