Lección Aprendida, Pasé el exámen

febrero 28, 2008

Por fin un weekend en casa. Casi no puedo creer que este sábado y domingo van a ser "míos" (Desde principios de Diciembre a la fecha solo he pasado un fin de semana en mi casa). Intentando que lo vivido no se quede sólo en el ayer y pueda quedarme con algunas lecciones aprendidas solo atino a sentirme cansada y harta de hacerme vieja corriendo por todos lados. Estos meses han sido un viaje de sentimientos, de ir de la profunda tristeza hasta el desequilibrante enojo tratando de defender mi pequeño espacio. He quedado exhausta y con un fuerte dolor de espalda. ¿Hasta dónde puede uno dar sin quedarse vacía? ¿Dónde están los límites del apoyo a la familia y la parte de cuidar a la tuya propia o incluso a tí mismo? ¿Hasta dónde debe uno defenderse sin empezar a atacar también? Los días y noches en el hospital al lado de mi madre han sido duros, el cansancio grande pero desgraciadamente eso no ha sido la peor parte; lo realmente duro fue lidiar con el sentimiento de hartamiento y desconsuelo, con la rabia de la impotencia, con la oscura resignación de intentar transferir fuerza y perder hasta la propia en el intercambio, con la terrible sensación de descubrir el lado más oscuro y egoísta del ser humano representado en tu madre... y tener que dejar de defenderla para intentar buscar soluciones medianamente buenas para todos. La vida es esta extraña sucesión de sucesos... esta que te muestra que si no aprendes la lección la situación volverá a repetirse con nuevos actores, que aquello que digas hoy será probado mañana y que pasado puedes ser tú el que está postrado en la cama y será el momento de filtrar la verdad de tus palabras y tus actos. No pretendo sonar fatídica, eso es lo que menos querría en este momento. Esta vez no me voy sin asegurarme de que la lección está aprendida. Tomo mis precauciones, me cuido, amo, disfruto, veo los atardeceres, hago el amor con todos mis sentidos, me río mucho, a veces incluso escapo de la rutina y hago cosas sencillas pero hermosas, me regocijo en el pensar que estoy viva y sana y finalmente agradezco a Dios poder mirarme en otros ojos. Mi madre ha escogido este camino y hoy me es fácil entender de donde viene y a donde vá, creo que sé con ello a donde quiero ir y a donde no...y con ello llegan chispas nuevas a mi corazón... quizá una vida nueva (Ojalá), quizá no pero igual me siento entera. La lección más dura pero la más intensa vino una noche de llanto desde el teléfono... me oí a mí misma llorar y decir que no estaba dando a la par que mi hermano, pero no era cierto... quizá no puedo estar cada día tomando la mano de mi madre porque los kilómetros son muchos pero cada día me esfuerzo por sostener la parte del trato que escogí, así que trabajo duro y le doy la justa medida a lo que entrego. Hoy que estamos buscando una nueva salida he encontrado a la mujer nueva que curada de la sensación de no estar dando lo suficiente puede ofrecer nuevas cosas... Sé que los caminos nuevos se han abierto y confío. Sé, con la certeza del amor, que si, que esta vez aprendí la lección.
Taldira

2 comentarios:

LobadeCiudad dijo...

Te felicito por lo estóica que has sido con la situación que atraviesas, por experiencia sé lo difícil que es lidear con nuestras queridas madres. En lo personal soy de las que se autosacrifican por la familia y me cuesta mucho hacer el balance adecuado.
Un abrazo y que sigas fuerte y entera.

equis dijo...

Bienvendida de regreso Taldira, me hacia falta encontrarme contigo en este proyecto que iniciamos juntas.
Admniro tu fuerza y la capacidad de confrontarte a ti misma.
Te quiero muchisimo
Sianna