Las chicas: Buscando controlar lo controlable

junio 23, 2008

Despés de que me quedara con la extraña sensación de que Bolas no quería ponerse serio conmigo, me puse a hacer un gran trabajo de reflexión. Mi super gurú emocional me dijo que la única que podía contestar si había compromiso en él o no era yo. Que veía en él??? Así que empecé a recordar todas las cosas que han pasado para que tengamos la relación que tenemos. Me fui al inicio, a la cantidad de modificaciones, de gente y de estilos de vida que cada uno ha dejado para estar juntos. Y pude contestarme que ok ok si está comprometido. Sin embargo, no es tan fácil quedarte con una respuesta que te das tú, cuando se la hiciste a otra persona. Yo sabía que no podía abordar el tema directamente porque me iría a ya saben donde por la respuesta. Esperé el momento en que pudiera tocar la parte no guerrera de Bolas. Finalmente anoche se dió. Él venía regresando de la parranda con los cuates, y estaba con muchas ganas de verme (ya sé que eso siempre pasa, se va, y siempre me extraña, se siente libre, y regresa con más fuerza que antes). Estabamos hablando de cualquier tarugada, y poco a poco entramos al tema. Después de escucharlo, de realmente abrirme para entender que quería decirme, me quedó claro que tenemos conceptos distintos del compromiso, pero que que lo veamos desde distintos puntos, no significa que no exista en alguno de los dos. Pude dormir abrazada a él, sintiéndome tranquila y segura de que estoy donde debo estar y que mis pasos van sobre terreno firme.
La otra parte que descubrí este fin de semana tiene que ver con como ganas las batallas. Yo sé. Reconozco lo terriblemente controladora que puedo ser. Además, cuando estás con alguien tan controlador como tú, justificas las acciones pensando que él te hace lo mismo. ¿Qué necesidad tan terrible tenemos de controlar no sólo a nuestras parejas, si no a todo lo que está a nuestro alrededor? Miedo. Miedo a que si no estamos constantemente revisando lo que queremos, se pueda perder. Miedo a que si no tenemos control la vida nos va a dar una terrible sorpresa, miedo a pasar por alto algún detalle que después resulte en desgracia. Pero vivir con miedo es algo tan triste. Así que he buscado estar pendiente no del control, si no de la cantidad de enojos, malos sentires, y pataletas que me produce cada vez que intento controlar a Mr. Bolas y no me sale (porque obviamente jamás lo voy a lograr, y si lo hiciera, mataría esa parte tan salvaje de él que me encanta). Y lucho, lucho contra mis bajos instintos, contra mis miedos, y aunque me enojo todavía, y trato de justificar con mil ideas la razón de mi sentir, al final reconozco que no es nada más que mi deseo de control.
Este fin de semana gané esas pequeñas batallas contra el miedo. Temía un poco que al soltar el control pudiera salir lastimada, pero lo genial fue que me sentí bien, que mi relación no se desgastó por pendejadas, y que pude recibir a Mr. Bolas con una gran sonrisa y después mudarnos juntos a la nube a la que a veces me voy.
Así que ahora abrazo mi tendencia al control y la dirijo a lo que si puedo controlar, mis pensamientos.
Y en cuanto a Bolas, que vaya libre a donde quiera porque por lo menos hasta el día de hoy, siempre regresa.
Sianna

0 comentarios: