La teoría de la carrera sin meta

febrero 05, 2009

Quien me puede decir, cómo se llama esa teoría que trata de algo así como… que nos enamoramos o buscamos a la persona que, justamente, no está interesada en nuestra persona, sino en alguien más y que mientras participamos en la carrera sin meta, buscando llamar la atención de “esa” persona, hay alguien que sufre exactamente el mismo rollo pero para con nosotros.

¿Si me expliqué?, espero que si.

Así como la famosa teoría de los 6 grados de separación, en algún lugar escuche de esta otra en la que tal parece que el karma nos hace una mala jugada y se dedica de manera reiterada a provocar que corramos una carrera que nunca termina.

Bueno, por lo menos en mi caso así ha sucedido.

Cuantos kilómetros (hablando metafóricamente) se deben correr para caer rendidos por el cansancio y no querer o poder levantarse más? ¿cuantos amores o quereres fallidos se necesitan para no confiar nunca?

No lo sé, lo único que sé, es que en mi caso fueron pocos, realmente pocos; pero esos pocos, se encargaron de hacerme ver como una verdadera estúpida… creo que eso es algo que a nadie le gusta, menos si con el paso del tiempo ese alguien se ha creado un ego del tamaño de la Muralla China y sirve, como la Muralla China, de barrera infranqueable para que los bárbaros no regresen y devasten el territorio.

Pero, ¿qué se hace cuado aún conciente de que se está en esa carrera en la que la meta es cada vez más y más lejana? ¿Se sigue corriendo?

¿Qué se hace cuando la razón no es lo suficientemente fuerte como para hacerle caso y es el sentimiento el que domina?

¿Puede más el corazón que el cerebro?
¿Quién gana en esta batalla tan desigual?
¿Quién pierde y de que tamaño es la pérdida?
¿Vale la pena hacer el intento?

No lo sé… creo que en esta batalla no hay ganadores ni perdedores, solo una gran sensación de frustración.

Regresando a la teoría loca, esa de la carrera sin fin.

Hay quien corre y corre por alguien que, puedo asegurar, no vale la pena, claro, la percepción de quien corre detrás de otro corredor, es sumamente subjetiva, por que generalmente piensa que es la mejor opción.

Yo he corrido detrás de un viejo fantasma, al que pensé, había guardado en el rincón más alejado de mi mente, pero que de pronto regresó, pensé que estaba en forma y podría resistir, pero la verdad es que no, estoy demasiado cansada.

Lo único que puedo hacer es detener el paso y dejar de correr, la carrera es larga y la meta… creo que nunca llegaré a ella, así que lo mejor es abandonar y seguir solo caminando.


SAV

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Por eso es tan desgarradora la canciòn de "Amiga mìa"...eso pasa!